Dimensiones funcionales

Comunicación. Seminario de Metodología. Doctorado en Ciencia Política. Universidad del Salvador- Sesiones del 28 de septiembre, 5 y 12 de octubre de 2007.

Entre las dimensiones funcionales , más coyunturales e individuales, nos detuvimos en cada momento histórico de actuación presidencial para considerar la estructura de rol a través de procesos diferenciados y de características psicosociales que reforzaron las condiciones internas de formalización.

Categorías funcionales a nivel de actuación

Al considerar que el momento histórico de actuación, los procesos políticos diferenciados y las características psicosociales respondían, internamente, a la “estructura de rol” consagrada por la normativa constitucional, nos propusimos reforzar la conjetura explorando categorías funcionales a nivel de actuación presidencial. En consecuencia, seleccionamos ocho categorías correspondientes a las prácticas concretas de cada actor presidencial. Las variables propuestas fueron, por su orden, las siguientes:

  • El perfil presidencial.- En primer lugar pusimos la mirada en el perfil individual y social de los presidentes cuya observación comparativa agregaba significación a lo real. ¿Qué factores de la personalidad básica reforzaron la imagen presidencial y qué cualidades adquiridas comprometieron su evolución? Además de esos rasgos personalísimos de cada presidente, concentramos la atención en factores concomitantes al ejercicio del poder. Todo lo cual no fue obstáculo para que el presidente argentino haya coloreado su rol al influjo de las inclinaciones, predisposiciones, originalidad e imaginación peculiares a su idiosincracia personal. Como variables de investigación privilegiamos las siguientes: Personalidad básica- Personalidad adquirida – Capacidades funcionales – Imagen pública, carisma y liderazgo – Concepción política – Capacidad de conducción – Estilo de gobierno.
  • El poder mayoritario.- Para obtener una medición sociológica de los términos de influencia hegemónica, incursionamos en los laberintos del poder tratando de mejorar la pertinencia analítica, evitando toda interpretación simplista. Apoyado por complejas organizaciones políticas y contando con la “espada” del triunfo electoral, el presidente concentraba en sus manos el poder de conducción. ¿Qué recursos políticos utilizó para influir en las personas y tomar las decisiones? ¿Cuán fuerte fue su gravitación y hasta qué punto hubo reacciones exitosas?. En procura de respuestas pertinentes incorporamos el análisis de las siguientes variables: Regla de la mayoría y poder de sufragio – Gravitación del jefe político-partidario – Distribución de incentivos- Entorno y “hombres del presidente”.
  • La subordinación de los ministros.- En este campo, cuya jurisdicción constitucional correspondía en exclusividad al poder ejecutivo “unipersonal”, nos propusimos analizar el estatus subordinado de los ministros en los respectivos campos de actuación. Nos interesó indagar en qué medida los ministros, por más eminentes que fueran, concurrían a ensanchar la base del poder presidencial. El análisis de las relaciones existentes entre el presidente y los ministros abarcó el conjunto de factores vertebrales registrados bajo los siguientes rubros: Reclutamiento y designación; perfil ministerial ; funciones y actividades; responsabilidad política presidencial; renuncia y remoción de los ministros.
  • El “aparato administrativo”.- El complejo orgánico y funcional de la administración pública debió hacer frente a las transformaciones del estado tanto en la concepción de los fines como en la extensión de los medios, reproduciéndose con efecto multiplicador, la concentración de poder en sede gubernamental. En esta línea nos interesó saber en qué medida el presidente utilizó la “maquinaria administrativa” como respaldo a su autoridad, justificado en los imperativos derivados de la “creciente complejidad del estado”. La cuestión, sometida a debates académicos y a discusiones políticas, ocupó un lugar relevante en nuestra investigación a través de los siguientes rubros: Los agentes de la administración pública – Burocracia y profesión – La condición del Estado empresario – Extensión del “poder de policía”.
  • La preeminencia sobre el Congreso.- En un contexto virtual y aparente de “división de poderes” tratamos de situarnos en los tiempos excepcionales –siempre lo fueron- en que el Congreso estuvo sometido a intensa presión por parte del Poder Ejecutivo, debiendo seguir instintivamente el impulso presidencial. “Hubiera sido fatal no haberlo hecho” llegaron a decir acreditados estudiosos. El resultado previsible de esta primacía presidencial habría sido que los medios empleados por el presidente para obtener la unidad vendrían a coincidir con las normas constitucionales que plasmaron el presidencialismo “fuerte”. Para contrastar la conjetura nos propusimos indagar en las siguientes variables: Constitución y funcionamiento del Congreso –Funciones “reactivas” del Congreso – Métodos de influencia presidencial – Iniciativa legislativa del Gobierno – Mecanismos de control- Estatus del legislador – Organización disfuncional.
  • La influencia en la Justicia.- No faltó nuestra incursión en la compleja relación entre dos poderes que, declarándose “soberanos en su propia esfera”, mantuvieron contactos derivados de la “judicialización del poder” y de la “politización de la justicia”. En el funcionamiento del poder judicial no habrían estado ausentes factores que condicionaban su autonomía y contribuían al mayor protagonismo del poder presidencial. En tal contexto, los presidentes habrían desconocido la autonomía del poder judicial y condicionado la independencia de los jueces según las exigencias y modalidades de cada tiempo. Para probar la conjetura investigamos las siguientes variables : Privación de la estabilidad de los jueces – Designación de magistrados oficialistas – Convalidación judicial de la actuación gubernamental.
  • La centralización del territorio.- También privilegiamos en nuestro estudio la “incidencia del poder central” en la reducción del espacio institucional de las provincias. El diseño centralizador formalizado en el orden constitucional se vió reforzado por los recursos que el poder central aplicó sobre los gobiernos de las provincias; recursos que se vieron alimentados por “factores centrípetos” de concentración y centralización. La hegemonía del poder central en menoscabo de las autonomías locales fue investigado a través de las siguientes variables : Intervención federal – Concentración portuaria – Conducción educativa – Dependencia sanitaria – Centralización impositiva – Nacionalización de recursos.
  • El intervencionismo estatal.- Por último, procedimos a registrar la política intervencionista del estado conducida y gestionada por el actor presidencial con pragmática determinación. Dotado de importantes poderes constitucionales, el presidente fue el conductor de un Estado grande, protagónico e intervencionista así como el impulsor de ambiciosos proyectos de desarrollo nacional por medio de planes de gobierno y políticas públicas, dirigidos a todos los sectores de la sociedad. Las variables seleccionadas fueron las siguientes: Protagonismo economico y social – Intervención en la cultura – Limitación de los derechos.

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Procede advertir que las categorías estructurales a nivel de formalización normativa y las categorías funcionales a nivel de actuación institucional, expuestas aquí en forma separada y yuxtapuesta para su mejor abordaje y comprensión, serán presentadas en un mismo texto sin solución de continuidad, por corresponder ambas a una misma unidad de intelección. De modo que cada segmento de Formalización Institucional tomará su lugar en la respectiva categoría de análisis junto a su correspondiente nivel de Actuación institucional y no a través de un capítulo aparte.