Economía – Trabajo

Comunicación efectuada en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, CARI, en el marco de la Convocatoria Procuin : Vida y Comunidad Internacional. 15 de diciembre de 1994.

DESIDERATA

Escenario 4

Economía – Trabajo

Al imperativo de la generación de bienes escasos que son producidos, intercambiados, transformados y consumidos para dar satisfacción a las necesidades crecientes, corresponde el concomitante sub-sistema de Economía y Trabajo. Se propone una mirada analítica hacia ese espectro de gran escala con retención de representaciones institucionales a partir de cada objeto susceptible de observación.
De este modo se intenta poner en claro aspectos del complejo fenómeno económico con percepción de la realidad objetiva mediatizada por la ciencia.

Economía

  • Un primer tratamiento en este campo tan sensible a la defensa y el ataque, propone incursionar en la estructura económica argentina, centrada básicamente en el sistema capitalista, a través de sus dos ejes principales: la libertad de empresa, que brinda a cada uno la posibilidad de ejercer una actividad económica “a su elección”; y el derecho de propiedad privada como la garantía institucional sobre la cual reposa.
  • Como primer abordaje se justifica el tratamiento erudito de las tendencias económicas mundiales en función de sus concretas aplicaciones a nivel local. En la misma línea procede analizar el sistema económico argentino, ahora como actividad en marcha, centrando la observación en tres factores considerados relevantes. En primer lugar, el registro de la red económica integrada por la empresa individual y familiar; la compañía comercial e industrial; la corporación nacional y transnacional. En segundo lugar, resulta ilustrativo el estudio de caso, a través de algunos complejos empresariales emblemáticos, para determinar, empíricamente, su estrategia productiva, formas organizativas, grados de concentración y niveles de competencia; a fin de poder posicionarlos culturalmente y medir su responsabilidad social. En tercer lugar, sugerimos visualizar los actores económicos -empresarios y comerciantes- obervando sus actividades, estilos y comportamientos, con especial atención en los efectos que el “espíritu de los negocios” provoca en la vida económica, política, social y cultural de los argentinos.

Trabajo

  • Una especial atención merece la otra cara de la moneda, esto es, el papel del trabajo como factor económico e imperativo de la vida, analizado en su condición, efectos y resultados para los propios actores intervinientes y para el desenvolvimiento de las instituciones implicadas. Al contemplar la empresa sometida a la “revolución tecnológica” convendría trazar el perfil del trabajador y observar el estado actual de la automatización de las plantas industriales, hoy con población disminuída y recursos humanos excluídos. ¿Qué ha ocurrido con el trabajo como oficio y qué futuro tiene el trabajador en una sociedad donde su relación con la máquina ha quedado mediatizada o es inexistente?. En congruencia con tal asunto cabe registrar aspectos cruciales de la disciplina tecnológica moderna, como ser, entre otros, la regularidad del trabajo profesional, la contracción requerida según niveles de productividad, el cuidado responsable de equipamientos y maquinarias, la aceptación de las normas del trabajo automatizado.

Relaciones

  • Por tratarse de un factor sensitivo sugerimos analizar la relación entre patrones y obreros tanto en la aceptación de la autoridad en versión capitalista como en la posición del patrón ante el bienestar del trabajador. Los centros de interés, hoy considerables, ameritan una ponderación a nivel estructural a través de la siguiente batería de preguntas: Dando por supuesto que en la sociedad actual el mando y la obediencia ya no son perpetuos ¿existen las condiciones para una mayor igualación de posiciones o, por el contrario, está aumentando la brecha entre “amos y sirvientes”? ¿La obediencia ya no es una virtud sino un “hecho técnico” que ha perdido su intrínseca moralidad?. ¿Y qué decir del antiguo arraigo de los trabajadores a una misma empresa a lo largo de la vida?
  • Un nuevo rubro propone evaluar la amplitud e intensidad del poder del trabajo, ponderando la intervención de los sindicatos en tanto y en cuanto tratan de maximizar las ganancias de sus miembros -en análogo paralelismo con la empresa- defendiendo, preservando y obteniendo el reparto del salario que sus actores consideran justo, tanto el referido al ingreso de quienes trabajan por cuenta propia como a la remuneración de quienes trabajan por cuenta ajena. Las reivindicaciones del sector obrero, desmedidas o razonables, ubican al trabajador en la línea más alta de sus derechos constitucionalmente consagrados.
  • Ya sobre el final del argumento, conviene examinar el modo en que los argentinos soportan las jerarquías económicas y sociales que resultan de la desigualdad existente tanto en el vértice como en la base de la pirámide laboral. Terciando en esta delicadísima cuestión convendría sumar al análisis el impacto de la “brecha entre ricos y pobres”; el grado de cohesión y dispersión que une o divide a quienes están en una u otra condición; la percepción que tiene cada sector respecto del propio estatus y del de los restantes.
  • Dado que el empresario es el actor principal de la sociedad industrial, atañe detectar su capacidad de innovación frente al cambio tecnológico. Dos órdenes temáticos cultivados por los estudios especializados merecen destacarse: La disposición frente al cambio tecnológico y el comportamiento ante el factor de riesgo. En el primer rubro, interesaría traer a escena el debate emergente sobre la predisposición al cambio, traducida en la aceptación o rechazo de las nuevas técnicas y procesos de desarrollo e innovación. En el segundo rubro, interesaría identificar comportamientos típicos frente a decisiones innovadoras que comportan elecciones inciertas y resultados aleatorios. De la correlación de ambos surgirían las características individuales asociadas con distintos grados de “disposición al cambio”.
  • Vistos los estados de tensión que pesan sobre la economía y el trabajo convendría proyectar la observación para terminar con la siguiente pregunta invitatoria: Si la prognosis apenas dibujada sigue su trayectoria ¿cómo reaccionará la química del sistema en relación con sus dos pilares: la estructura económica capitalista y el instituto de la propiedad privada?.

Dibujado el marco general de gran alcance, corresponde dirigir la mirada hacia colectivos de reducido espectro y alta especificidad, vinculados a las representaciones institucionales pero desagregados del conjunto.

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En oportunidad de disponerse la contratación de los trabajos con cada especialista-sintetizador, la Hoja de Consulta y el Cuestionario se ajustarán a baterías de preguntas específicas, a fin de alcanzar una comprensión científica de las pautas de institucionalización más representativas del rubro cultural en ejecución.

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Corresponde al cap. 8 La reconstrucción de escenarios institucionales, en libro del autor El futuro también importa (…)